martes, 27 de diciembre de 2011

Borradores.

Y todos los borradores y páginas que se quedarán aquí, apilarán su peso sobre la espalda de quién no quiso marchar. Porque al marcharse el paso se decidió a tropezar, porque usted sabe que los pies a veces piensan por si mismos, no puede uno controlarlos. Estás sentado y de repente los músculos se fastidian de ti y tu pereza, tiemblan para recordarte que no solo existe tu trasero aplastado en un cojín o tu cara postrada a veinte centímetros de la pantalla.

Te estirarás los párpados, automatizarás las respuestas, estarás ahí, con los pasos siendo borradores que nunca verán luz, porque nunca darás el paso que te falta. Este no es un mundo de valientes, los valientes mueren en las guerras, trabajan 24/7/365, limpian lo que nunca limpiarías, siembran vidas que ninguno de ellos (ni tú) saben cosechar.

Son valientes borradores anónimos, héroes, músculos que se moverán para ti cuando estés haciendo todas las cosas que pasan mientras se te mueren miles de células por minuto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario