miércoles, 7 de septiembre de 2011

Dos.

Estaba dormido sentado justo a medianoche, cuando uno de los médicos vino a decirme "Suficiente es suficiente". Me sacó rápidamente al pasillo, mientras yo podría haber jurado que estaba embrujado, veía fantasmas a cada uno de mis lados. Entonces me dijo algo que nunca habría pensado que quisiera escuchar: Que no había nada que pudiera hacer en absoluto para salvarte, que un coro cantará para ti pronto y que ésta cosa va a matarte. Algo en mi garganta hizo que mis siguientes palabras tropezaran, y algo en los cables causo que las bombillas estallaran, había vidrio en mis zapatos y caía lluvia del techo. Abriendo las cicatrices que apenas se habían hecho. Destrozando el cañón que ahora corre por tu pierna, pensé que era algo bello, pero la cura no era eterna. Mientras se abría pude escuchar el grito desde tu cama, pero me escondí en la sala hasta que se encendió la llama. Cuando reaparecí quise darte un remedio para la agonía, pero volviste a odiarme para darme tu apología.

Qué tuviste un nuevo sueño, que era más como una pesadilla, eras sólo una niña cuando mataron tu cabello. Luego te conectaron a las maquinas y estuviste a punto de morir, deberían haberte escuchado, pero pensaban que eran mentiras y chantajes. Tu padre era un imbécil, siempre te jodió, ponía engranes en tu mente y hasta hoy los mueve. Y nunca nadie puso atención cuando dejabas las comidas, "¡Cuarenta y tres kilos!" y ahora todo se repite y se termina.

Dime cuando crees que fue que nos volvimos tan infelices, luciendo unos anillos que nunca nos han dejado dar ni un solo aplauso. Cuando nos mudamos juntos estábamos tan desilusionados, durmiendo juntos con los sueños quebrantados, me mataba verte siempre siendo rechazada, pero no me importó todo lo que me lanzaste y los teléfonos que me quitaste. No me importó que me culparas por tus errores, sólo te cargaba por la puerta con todos tus temblores. Pero cada noche metías tu ropa en esa bolsa, mientras yo trataba de agarrarte por los tobillos (qué irónico suena ahora) y finalmente después de más de un año, me detuve para intentar detenerte de azotar esa horrible puerta para verte regresar como siempre. Bueno, nadie va a arreglar esto por nosotros, nadie puede. Y tú sólo dices que "Nadie va a escucharnos, porque nadie entenderá". Así que no hay puertas abiertas y no hay forma de romperlas, no hay ningún otro testigo, sólo estamos los dos.

Hay dos personas viviendo en una pequeña habitación, y de tus dos medias-familias destrozándote, hay dos maneras de contar la historia (aunque en verdad no les importe contarla). Dos anillos plateados y apresurados en nuestros dedos, dos personas hablando en tu cabeza, dos personas creyendo que yo soy el culpable, dos voces diferentes que salen de tu boca, mientras yo soy demasiado frío para preocuparme y demasiado enfermo para gritar.


Qué tuviste un nuevo sueño, que era más como una pesadilla, eras sólo una niña cuando mataron tu cabello. Luego te conectaron a las maquinas y estuviste a punto de morir, deberían haberte escuchado, pero pensaban que eran mentiras y chantajes. Tu padre era un imbécil, siempre te jodió, ponía engranes en tu mente y hasta hoy los mueve. Y nunca nadie puso atención cuando dejabas las comidas, "¡Cuarenta y tres kilos!" y ahora todo se repite y se termina.


Basada en "Two" de The Antlers.

1 comentario: